Volvemos a la trocha, sinceramente un poco ya quemado, con esa sensación de estar intentando pasarte el monstruo final y ver que no eres capaz por mucho de que lo intentes una y otra vez. En esa mierda de bosque otra vez, con mis mosquitos, los pies mojados, alergia, mucho sueño y dejándome los ojos con los prismáticos para nada, pensando que se trata de una de esas películas que después de tres años nunca tendría un final feliz...
Cuando de repente en un clarito de luz en el bosque aparece de la nada una mancha rojiza. Meto los prismáticos y no me lo creo, es mi amigo y no me ha visto todavía! Milagro! Solo faltaba la banda sonora angelical de fondo. Me quedo un par de segundos quieto asimilando e intentando disfrutar del momento. Que pasada, era él y estaba comiendo tranquilo...la caña! (Esta es una foto de mi punto de vista y he metido un corzo en la foto tal y como estaba el corzo en ese momento)
En seguida pongo los pies en la tierra e intento medir entre las ramas la distancia al corzo mientras el ramonea de un pequeño arbusto. Es difícil medir, pero el telémetro parece querer marcar 55 m. Miro alrededor buscando una entrada, no hay nada claro...Umm ni de coña voy a desaprovechar la oportunidad, un paso más y desaparece. Miro rápidamente el camino que va a seguir la flecha para ver que libra las ramas en su parabola. Abro el arco, le apunto con más ganas y garra y zas....
...La flecha no la veo volar, tampoco he oido nada raro por que el bosque amortigua mucho el ruido, y el corzo ha desaparecido.
Me quedo quieto esperando que el corzo me ladre como siempre, pero no se oye nada... Que raro.. Me acerco suavemente al tiro y me pongo a buscar entre la hierva la flecha... No me creo lo que veo.. Sangre!!!
La flecha esta llena de sangre, no me lo puedo creer!!! Por fin!!!! Miro un poco por el suelo y el rastro es brutal. (Se que mola mi camuflaje de cara a base de corcho quemado y mi peluca de loca, el mejor gadget dle mundo!!)
Necesito disfrutar del momento, así que me tumbo en el suelo e intento repasar el lance tranquilamente. No había prisa por rastrear, ahora tocaba disfrutar!!!. Sinceramente no os imagináis la alegría. Me costaba asimilar que el final feliz había llegado... Hay que saber disfrutar de estos momentos, que gozada...
Enhorabuena Pedro.....gran relato ...el trabajo da sus frutos.
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