martes, 31 de julio de 2012

……Yo tenía una casa en África


……Yo tenía una casa en África, al pie de las montañas Letshoyang.

El caso es que aun está en proyecto, pero no he podido evitarlo, me hacia mucha ilusión: tenia que empezar así.

Todo esto viene a cuento porque después de unos cuantos viajes de caza con la mochila al hombro por buena parte del mundo, contacté por casualidad con unos hermanos sudafricanos. Lo que en principio iba a ser un viaje de caza más, fue el primer paso para una amistad que propició que, por primera vez, me atreviese a volver con mi mujer y mi hijo a uno de mis destinos cinegéticos y comprobar de una vez por todas si aquello les gustaba.
Y vaya que si les gustó. No voy a entrar en quizás aburridos detalles, pero el caso es que una cosa llevó a la otra y, en fin, gracias a la generosidad de mis amigos africanos estoy echando raíces -en el sentido literal- en África.
Estos son los cimientos de mi casa al pie de las montañas:



No se cuando se terminará -si es que se termina´algún día, que allí nunca tienes nada asegurado- pero no me importa demasiado. Ahora tengo un rincón en África al que puedo considerar mi casa y cazar como a mí me gusta, a mi aire, disfrutando sin presión. A eso viene a cuento el principio, para explicaros el como y porque de los que os voy a relatar.

Teníamos un mes por delante y, aunque ya era nuestro tercer viaje juntos a África, la ilusión y el agradable cosquilleo en el estomago estaba allí presente, como siempre.

El viaje sin problemas y los primeros días inevitablemente los teníamos que pasar con “nuestra familia” sudafricana, disfrutando de unos días de ocio, barbacoas, cervezas, risas e historias de caza.


Esta vez hubo novedades, ya que hasta ahora habíamos estado siempre con Pieter, pero está vez ya veían que podían dejarnos volar solos, así que un viernes fuimos en dos coches hacia la finca, a unas cinco horas de viaje. A mi me dejaron un pick-up que seria nuestro medio de transporte durante nuestra estancia ya que Pieter tenia que volver al trabajo y no volvería hasta finales de mes. Así que hacer la compra y hacia el norte!!!



Una vez en la finca nos juntamos con Gideon, el hermano de Pieter, que no vive lejos de allí, y tras los abrazos de rigor empezamos a diseñar el plan.

Pieter debía irse el lunes y Gideon vendría los fines de semana con la familia, así que estaríamos nosotros solos entre semana a cargo de la finca. A mi personalmente me hacia mucha ilusión, aunque siendo sincero estaba temeroso de la reacción de mi mujer al quedarnos solos en aquel lugar aislado y alejado de la ciudad. Temores que resultaron ser infundados, a pesar de que esas circunstancias pueden imponer a quien no está acostumbrado y mas después de oír unas cuantas historias de campamento alrededor de la hoguera.

Pasamos el fin de semana mejorando algunas cosas de la finca a la que llevaban tiempo sin ir por diversas circunstancias y el lunes se fueron nuestros amigos dejándonos a los tres allí, junto con los trabajadores de la finca y un par de perrazos que nos cuidarían de los posibles peligros.


Al amanecer reunión familiar y “negociación colectiva”, por supuesto nada de irme todo el día y volver de noche, había que compaginar todos los gustos así que lo que haríamos habitualmente seria cazar por las mañanas y después de comer dar unos paseos por la finca buscando animales, sacando fotos y comprobar que todo estuviese en orden.

Los primeros días con la emoción ni me planteé cazar desde los puestos, no podría estar quieto y además tenia ganas de patear la concesión para conocerla en profundidad hasta los rincones mas escondidos, así que los dediqué a vagabundear casi sin rumbo por valles, vaguadas, hoyas, colinas y cualquier lugar que me llamase la atención.

La primera semana transcurrió en un suspiro, los días pasaron volando disfrutando enormemente con los larguísimos paseos en solitario y las excursiones que hacíamos al atardecer disfrutando de increíbles puestas de sol.

En estas excursiones era habitual que llevásemos algún rifle por precaución. Como mi mujer siempre ha tenido un gran respeto las armas de fuego, no quería siquiera ni tocarlo y ni con la insistencia mía y la de mi hijo conseguíamos que por lo menos probase a disparar y saber su manejo básico por si se daba la necesidad de que ella tuviese que utilizarlo.
El caso es que, harta de oírnos, un día nos dijo:”Bien, para que os calléis voy a cogerlo, me explicáis como funciona, pego un tiro y ya está, lo dejo donde estaba y me dejáis tranquila”.
Debió ser el aire, o el sol de África, o todo al unísono, porque jamás hubiese creído que Marian podría pronunciar aquellas palabras, pero aprovechando la ocasión le explicamos como acerrojar el rifle, apuntar y disparar. Lo hizo con una soltura sorprendente y antes de apretar el gatillo, muy seria, me dijo “un tiro y se acabo”……..BANGGGG. Cuando impactó la bala en el blanco su semblante paso de serio a sonriente y solo dijo..... ”mas balasssss”. A partir de ese momento hubo que racionarle la munición porque en cuanto veía la ocasión tiraba de cerrojo que daba gusto. El embrujo de África hace milagros.


El fin de semana vinieron Gideon con la familia y lo dedicamos a, como decía mi hijo, “ir al súper a por comida”, había que aprovisionarse de carne para su casa y para el campamento y un impala y un faco contribuyeron a la causa. Aun así no era suficiente y fuimos a la concesión de al lado, donde también tiene permiso para cazar, donde un ñu y otro faco completaron “la compra”, ya teníamos la despensa llena.

De nuevo solos, esa semana la dediqué a cazar mas en serio, pero sólo caza menor y animales que nos convenía eliminar por equilibrar la población o por los daños que causaban. Fue divertido dedicarse a las palomas y las gallinas de guinea que luego aprovechábamos para comer, así como alguno de los abundantes babuinos que merodeaban por allí, pero yo tenia en mente un kudú y un waterbuck jóvenes que querían quitar y que serian mi objetivo. Objetivo que se me escapaba de las manos porque, si bien conseguíamos fotos de ellos así como de otra fauna interesante con las trailcámaras, no había forma de que entrasen en los puestos que me colocaba o las horas que yo estaba. Si que entraban otros animales, pero o bien eran animales que no queríamos quitar o se trataba de trofeos que apreciarían mas alguno de los otros cazadores que pagarían por ellos.

De todas formas me divertí de lo lindo, entre la caza menor, las trailcámaras y los recechos se me pasaba el tiempo volando. Aprovechamos el babuino que había cazado cara cebar y ver si sacábamos alguna foto de algún leopardo, pero no apareció ninguno. Lo que si aparecieron varias noches seguidas fueron las hienas y los bushpig




Así que me animé a hacer una espera nocturna a ver si conseguía otro bushpig….es que me pasa como con los jabalíes, es una especie que no me canso de cazar. Entre mi hijo, George y yo colocamos una luz roja con un potenciómetro para iluminar el cebo y preparamos el sitio.


La primera noche de espera hizo un tiempo fatal, frío y ventoso como pocos, por lo que no pude ver nada en absoluto. La siguiente fue todo lo contrario, calmada con un silencio casi total interrumpido únicamente por unas ranas con un croar realmente potente.
Estando medio adormilado con la serenata nocturna de pronto cesaron las ranas en su concierto. Mientras me esforzaba por ver algo en la penumbra me pareció oír un sonido que provenía de la espesura de enfrente. Al poco apareció un decidido puercoespín. Inmediatamente me acordé de Daniel, al que le encanta su carne, y de Marian, que quería las púas para decoración, por lo que pensé que a falta de bushpig bueno era un puercoespín.
Al principio se me puso de costado pero, acordándome de otro al que había tirado dos años atrás, me contuve, porque las púas desdibujan enormemente su silueta corporal y es frecuente que la flecha o la bala pase entre las púas sin alcanzar zona vital alguna. Esperé a que se colocara de frente y, entonces si, la flecha voló. Me pareció ver que le daba bien pero fue todo tan rápido que no podía asegurarlo. Al poco rato viendo que la hora se nos echaba encima salimos a rastrear .Al principio no hubo forma de encontrar nada, ni sangre ni flecha, ni una púa rota ni nada. Aunque hacia frío y no había peligro de estropear la carne no queríamos dejarlo para la mañana siguiente porque sabiendo que las hienas y chacales merodeaban por allí nos temíamos quedarnos sin el, así que ampliamos nuestro radio de rastreo y allí estaba, bajo un matorral, sin haber sangrado apenas. La flecha le había atravesado totalmente entrándole por un hombro y saliendo por el jamón contrario. Un animal grande y rollizo.



Llegó el último fin de semana y Pieter había vuelto con ganas de caza y diversión, es un tío genial. Los días siguientes los empleamos en visitar granjas de vecinos y consolidando relaciones, pero yo seguía pensando en mi kudú y en mi waterbuck. El kudú tenia un comportamiento mas imprevisible, en cambio el waterbuck me había entrado varias tardes seguidas, ya entre dos luces sin poderle tirar por la falta de visibilidad. Gideon me insistía en que lo quitara, por lo que improvisamos un puesto en su camino al agua a ver si de esa manera le podía ver más temprano. En las primeras horas no hubo mucho movimiento, únicamente vi unos impalas y, ya atardeciendo, un grupo de unos ocho o nueve waterbucks con un macho adulto, pero ni rastro del que yo esperaba.
Tan pronto como los waterbucks desaparecieron me pareció oír un ruido a mi izquierda pero no veía bien a causa del espeso ramaje. No quería moverme porque me temía que estuviese el waterbuck parado esperando un movimiento en falso por mi parte. La luz ya escaseaba cuando por fin pude verle moverse, no podía perder más tiempo así que en cuanto me dio el costado,…… zaaaassssss. Sonó bien el impacto, pero ya era de noche cuando salí del puesto. Cogiendo sólo el arco y la linterna volví andando al campamento ya que les había dicho que no me recogiesen por miedo a que me espantasen la caza al venir con el 4x4. Un paseo precioso bajo el cielo estrellado de África, oyendo solo el viento, caminando en la arena suelta con la linterna apagada aprovechando la luz de la luna, iba enfrascado en mis pensamientos y viendo las luces del campamento a lo lejos cuando cerca, muyy cerca, siento un crujir de ramas, oigo un rugido helador y veo una sombra de casi dos metros de altura abalanzarse sobre mi……..era el ganso de Pieter, que quiso comprobar mis nervios escondiéndose al lado del sendero y recibiéndome de esa manera, Esas cosas solo se le ocurren a el JAJAJA!!!

Después de una cerveza fresca y de que mi corazón recobrase sus pulsaciones normales, fuimos todos en busca del waterbuck.

El rastro era bastante evidente, pero se metía en un espinal en el que era difícil meterse, los espinos secos del suelo me atravesaban la suela de las botas y no podía entender como Divan iba descalzo por allí. Nos dividimos para rodear el cerrado y al poco Gideon gritaba las palabras mágicas: Aquí está!!!. Un animal precioso del que aprovechamos todo.


Con esto llegamos al final de nuestra estancia sin poder creer como había pasado el tiempo. Al día siguiente tocaba empaquetar todo y volver a España. Pero esta vez parte del equipaje quedó en un rincón, esperándonos hasta la vuelta




martes, 24 de julio de 2012

20 años

Hace 20 años un arco, una flecha y un arquero fueron el centro del mundo.
La manera tan original y difícil de encender el pebetero de la olimpiada de Barcelona 92 hizo que la arquería entrara en los ojos de muchos.




Si visitáis Barcelona y os acercáis al Estadio Olímpico de Montjuic apreciareis que la gesta del Sr. Rebollo no fue tan fácil como parece.




Sirva este post como recuerdo a aquellas olimpiadas, a sus deportistas y medallistas y, como no, a sus paraolímpiadas, a sus deportistas paraolímpicos y a sus medallistas paraolímpicos deseando suerte a quienes han conseguido plaza para Londres 2012.

lunes, 23 de julio de 2012

Corceando 10

Desde lo alto de una ladera localizamos un corzo con una corzo comiendo en un lindero. Por el spotting no parece gran cosa, pero tiene pinta de ser un corzo ya hecho. Por la hora que es no hay tiempo que perder y salgo corriendo para cortarle la distancia antes de que se encame. Fer se quedaría controlando la jugada desde lejos. Photobucket Despues de media hora larga ya me encuentro andando suavemente, los corzos no podian andar lejos. Intento descolgarme por los linderos en los que todavia hay algo de verde para andar sin meter mucho ruido, las cañas estan que crujen. De vez en cuando Fer me hace alguna seña, y parece que me quiere transmitir que es probable que se hayan tumbado ya por que no los ve. Extremo las precauciones y me dejo los ojos antes de dar un paso en falso. De repente veo dos cuernos a la sombra de un arbol! La adrenalina se dispara. Tengo el corzo tumbado a algo más de 50 metros. Solo le veo los cuernos y esta tranquilo. No me queda otra que esperar a que se levante, nunca es buena idea forzar a que se levanten, asi que paciencia..Acercarse es imposible, nos separa un pieza de cereal y es fisicamente imposible atravesar una sin meter ruido...5 minutos, 10 min.. 15.. 20... 25 minutos.. tengo las piernas dormidas se me esta haciendo eterno!!! Finalmente aparece la corza de la nada. Movimiento! Se acerca al macho y el macho se levanta de golpe y desparece detras del arbol.. No me lo creo, donde esta ahora! La sensación del tiro ha sido buena, y el rastro lo confirma. Fer desde abajo ha visto todo y salta de alegria tambien. Es un crack, que gozada compartilo estas sensaciones con amigos. Menudos abrazos!!! Photobucket Photobucket Esta vez lo tenia facil, ya que el corzo solo habia corrido 150 metros, aunque la verdad es que Faco estaba un poco espeso. Photobucket
Un placer compartir este momento contigo Fer!!!Photobucket
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Aunque aqui cuente los momentos más intensos, hay unas cuantas horas detras. El diario cuenta ya 29 dias de caza tras los corzos esta primavera, que equivalente en salidas son unas cuantas...

Es cuestion de ser cabezota! Suerte a todos en el campo, espero traer más batallas pronto!!!

Pedro Ampuero

miércoles, 18 de julio de 2012

UN GRAN TORO EN EL LLANO


El día empezaba como otros, desayuno frugal y al todo terreno ó a los quads para irnos a alguna esquina del vasto rancho en el que estamos cazando. La misión, intentar dar caza a alguno de esos magníficos jabalíes que deambulan por aquí y que tanto esfuerzo nos estaba costando encontrar.

Tras unas cuantas horas de cacería y mucho sudor , con resultados bastante buenos, y si no que se lo digan a Aitor, ya nos dirigíamos al coche, que de hecho lo teníamos a la vista, cuando divisamos un toro solitario que estaba a lo suyo, o sea, sestear al sol y sombra y ramonear lo que de camino encontraba.

Ante la mirada inquisitiva de Mick, el profesional australiano, y viendo que estaba sólo, tranquilo y teníamos el aire perfecto, se plantea el rececho.

Me pongo el capote de torero y a por él….


El toro se encuentra en un llano con árboles dispersos y poca cobertura de sotobosque. No es la mejor situación para un rececho con arco, en la que tengo que ganarle terreno sin ser descubierto para disparar a 30 metros ó menos. El llano se extiende paralelo al curso de un río, y, como es habitual en el outback australiano, la cobertura vegetal fuera de los cursos de agua es escasa y en los márgenes de ésta es bastante más espesa, convirtiéndose en imanes para la caza por su protección, frescura y pasto. Esta claro que este toro vive en los márgenes del río y se alimenta de lo que encuentra alrededor de éste, sobre todo en la época seca en la que nos encontramos.

Valoro la situación, y viendo que el animal tiene tendencia a ir con el viento en cara, le voy a tener que buscarle la espalda y entrarle por ahí, aprovechando cuando baja la cabeza para comer para moverme.Le gano terreno rápidamente ya que el aire es bueno y muy suave. La temperatura es alta y el toro está más preocupado de no cocerse al sol al abrigo de la sombra de un eucalipto que de protegerse de los pocos depredadores que pueda tener, si es que alguien en su sano juicio se dispondría a molestar a un morlaco de cerca de 800 Kg en plenitud de condiciones.

En Australia, los únicos enemigos de los toros son, en determinadas circunstancias, los cocodrilos de agua salada, ya que el resto de depredadores no tienen la entidad suficiente para suponer un peligro a estas moles de músculo y mala leche. Entre estos depredadores incluimos a los jabalíes, que adoptan este rol como aporte extra de proteínas y aprovechando las circunstancias de sequía en las que otros animales puedan estar enfermos ó muy débiles. Luego, por supuesto, están los bípedos, o sea, nosotros, con quienes mantienen una distancia prudencial, aunque en ocasiones se te plantan mirándote desafiantes al mejor estilo Miura.

Sigo acercándome entre pequeños eucaliptos, bajo la mirada atenta de Mick, que, aunque sin rifle, me vigila atentamente. El suelo está reseco y me afano en no pisar alguna hoja que delate mi posición. Sudo con profusión y el ritmo cardíaco se me acelera al mismo nivel que decrece el número de metros que me separan del animal. Llego a 40 metros y el toro empieza a andar, ó más bien debería decir vagar, ya que su paso cansino no parece querer llevarle a ningún sitio, sólo al siguiente brote de hierba apetitosa que su vista alcance a ver.


Y así empieza una persecución que no me permite ganarle ni un metro, todo lo contrario, se me aleja. Esta situación se dilata por unos 100 metros y, entonces, se para… parece que algo le ha gustado y se dedica a ramonear en un reseco matojo.
Eso me da la oportunidad de ganarle los metros de confianza que me ponen a 30 y me dan la seguridad de un disparo cómodo. Prefiero 20 a 30 y 10 a 20, pero el terreno no me permite más cercanía sin arruinar el rececho, así que levanto el arco, apunto con cuidado y cuando el toro se torna para seguir su camino, le largo una Axis 340 con punta Wensel Woodsman de 3 filos.

El impacto es un poco más bajo de lo que le he apuntado, pero incluso mejor a efectos de resultado ya que le da de lleno en el corazón. Ojo, el corazón de un animal de este calibre es como una jarrón Ming, por lo que no esperéis que se derrumbe al momento.

La reacción del bicho es como esperaba, suelta una coz al aire que si te pilla te desguaza y emprende una huida al trote hacia sabe dios donde. Le sigo con la vista y veo que se acerca al río. Espero unos minutos y, dado el buen impacto voy al punto en que estaba al recibir la flecha. Automáticamente veo sangre, pero no mucha… mierda, a ver la he pringado… Sigo el rastro con facilidad pero al cabo de 60 metros se corta el reguero. Doy un par de vueltas para ver si recupero el rastro y así lo hago, junto al río.

Me pongo a seguir el talud del río y al cabo de no más de un par de minutos de lenta progresión lo veo…..Esta en un paso del río, bebiendo en una charca. Dios, es enorme!! Decido meterle la segunda flecha, y me dispongo a meterme encima ya que el talud del río me impide tirar desde fuera.

El acercamiento es minucioso, ya que estoy muy, pero que muy cerca y un bicho de este calibre herido no es para tomárselo a broma, sobre todo sin un rifle detrás. El toro no se mueve, está a la sombra al borde del agua. Está muy tocado!!

Me planto a 7 metros del animal, por encima de él. Él está en el cauce del río y yo en lo alto del talud que lo rodea, por lo que estoy en torno a 2 metros por encima de su cabeza, así que para verme tiene que levantarla y no está para ese tipo de gimnasias. Tenso el arco de nuevo y apunto. El disparo le da en medio de la zona pulmonar y la flecha le entra hasta las plumas con un ¡Flop! muy claro. 

El animal da un respingo y sale corriendo por el otro lado del talud como una locomotora.

Oigo romper leña durante unos segundos y luego, el silencio. Espero unos minutos y, mientras, acuden Mick y Aitor.

Les explico lo sucedido y tras otra espera seguimos el rastro de leña rota., ya que no hay sangre. La herida de la primera flecha se le ha tapado y la de la segunda, al tener un cuerpo tan grande, le costará que la sangre le gotee al suelo. Nos abrimos para cubrir más terreno y seguimos lo que nos parecen las rutas más lógicas de huida, pero sin éxito.
Se nos va la luz sin encontrar al animal, por lo que volvemos al todo terreno con la esperanza de que la noche haga su función de debilitamiento y mañana lo encontremos. Las veces que puedo reproducir los tiros durante la noche….. y eso sabiendo que el animal está, seguro, muerto, pero donde?

Al amanecer de la mañana siguiente vuelvo al lugar con Andy. Tras seguir las huellas de nuevo, y mirar por si los córvidos nos dan la señal de la presencia de un cadáver, nos separamos. Al cabo de una hora, y ya de vuelta al coche, me encuentro a Andy sentado sobre el capó del 4X4 con una sonrisa. Me cuenta lo sucedido. Se bajó al río. y vió unos cuervos, que ya habíamos visto nosotros antes pero sin rastro del cadáver, pero él les siguió y, con su intuición , en línea recta se fue al río, donde encontró al toro a pocos metros del cauce.

Le abrazo, felicito y doy las gracias en veinte idiomas y nos vamos a ver el animal. Está a menos de 200 metros del tiro, pero a la izquierda según le disparé.

Tras la segunda flecha, el toro pasó el río y giró a la izquierda por el borde del curso de agua, muriendo a pocos metros de éste. Nosotros seguimos la pista en recto y por ello no lo encontramos.
Fotos y fotos y un sentimiento de pena, la carne no la podemos usar por haber pasado la noche y estar el animal ya hinchado del calor, una verdadera lástima ya que hacía unos días, comimos steak de otro toro, más joven, que Aitor se encargó de poner en la nevera, y la carne estaba estupenda, sobre todo para unos estómagos vacíos después de 13 horas cazando.

En las fotos se aprecia que la postura es en la que se quedó el animal ya que nos declaramos insolventes para mover el cuerpo y ponerlo en una postura más fotogénica.



El toro salvaje, ó scrub bull como le llaman los sajones, es un descendiente asilvestrado del ganado introducido en Australia para su cría. Abandonado a su libre albedrío durante largas temporadas, las manadas eran estabuladas para su conducción a los mataderos después de un año en libertad absoluta.
No obstante, y dada la magnitud y extensión de los terrenos de campeo de estos animales, había animales que no eran atrapados y que seguían libres, engendrando a su vez animales libres.
Esto creó una situación de gran densidad de animales ferales, que no “pertenecen” a nadie y son considerados como eliminables.

Por otro lado, las enfermedades hicieron mella en ellos: tuberculosis y brucelosis por lo que desde hace muchos años se han hecho campañas de erradicación de estos animales, junto con búfalos, caballos, camellos, burros y jabalíes por medios difíciles de entender, excepto si te das una vuelta por el outback y contemplas lo vasto de ese territorio y la dureza de la vida y de los desplazamientos en él.

Periódicamente durante años y eventualmente cuando las poblaciones se disparan, se suelen hace campañas de “culling” eliminación) para aligerar la población de estos animales y limitar el desgaste por erosión que ejercen sobre el terreno. Esta campañas de culling se hacen incluso con helicópteros, veneno, batidas etc.. matándose miles de ejemplares de una manera profesional y/o industrial.

La caza de estos animales deportivamente es una contribución al equilibrio de las especies, además de ingresos a la población local, y puedo asegurar que su caza es extremadamente apasionante y los animales, después de varias generaciones en libertad, tienen las facultades de supervivencia muy agudas, lo que hace su caza emocionante.


Añadimos que cazar un bóvido de 800 kilos siempre tiene su punto de peligro y que el coste de abataje es bastante asequible, y, si estás en Australia, que es lo caro de todo este tema, el cocktail de aventura está servido.

Jose Rico "Pope"

lunes, 9 de julio de 2012

Corceando (9)

Aqui algunas fotos más de las ultimas salidas.. Photobucket El campo esta que da gusto, y ultimamente no se que pasa que podria tener ya una granja de animales entera! Photobucket Photobucket Por otro lado, estan haciendo unas noches que son un espectaculo.. Photobucket Y disfrutarlas en buena compañia se agradece de vez en cuando. Photobucket La luna llena, las estrellas, el canto de las codornices... que mejor manera de despejar la mente? Photobucket Aunque cuando el compañero ronca como un animal no hay quien pege ojo!! Uploaded from the Photobucket iPhone App Pero merecio la pena. Continuara! Photobucket

jueves, 5 de julio de 2012

Corceando (8)

Pues bueno, la tarea principal de la semana pasada fue ajustar bien el arco nuevo. Le puse todos los accesorios y a dedicarle un poco de tiempo al juguete para que fuese fino. El ajuste de un arco es importante, es clave que la flecha salga volando del arco como debe. Siendo un proyectil tan inestable, si lo lanzamos de salida con movimientos raros perderemos precision, penetración, etc.. Para ello nada como rodearse de gente que sepa. Aqui ajustan el reposaflechas con una camara de alta velocidad junto con Pepe, subcampeon del mundo de precision..
Photobucket Asi como con David Asin profesional del sector (VitalArchery) y Faena (asesino profesional). . Asi cualquiera ajusta un arco bien!! Photobucket
Una vez ajustado, alcampo de tiro a poner a tiro los distintos pines con las distintas distancias. Esta foto es probando la rasante, a partir de cual el arco empieza a caer y ya tendremos que regular el segundo pin. La foto es usando un solo pin y tirando a distancias de 5, 10, 15 , 20, 25 y 30 metros. Uploaded from the Photobucket iPhone App
 Siguiente parada, los paramos de nuevo!!! Impresionante que bonito esta todo!!! Photobucket Lo mejor la compañia, compartir un fin de semana con un gran amigo como Fernandito es siempre un placer. Da gusto, es un maldito crack!
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El caso es que otro fin de semana más tras los corzos del paramo. Me encanta, y en esta epoca el campo esta precioso. Eso si, cualquiera localiza algo con los trigos tan altos y el ruido que se mete al andar por las orillas de estos. De cualquier forma, una buena escusa para aprender y sacar nuevos recursos. Photobucket Algo que acabo pagando un pobre raposo. Tenemos bastantes, por lo que no dude ni un momento de coger el palo de fuego, ya que tenia una entrada de arco imposible, y especialmente en estas fechas hacen bastante daño. Photobucket Casualidades de la vida, Fer pudo pillar el impacto de la bala en el zorro con la camara! Photobucket Como me gustan los raposos, hacia tiempo que no cobraba uno. Photobucket Cuando de cerca sale una pollada así, agradeces no haber dudado ni un segundo. Estan majisimas, a ver cuantas saca. Photobucket Luego a dar un paseo con la guitarra a ver si se movia algo, pero no hubo suerte. Photobucket