lunes, 26 de septiembre de 2011

Australia, el regreso ( I )


La caza en Australia, al menos en Cape York, está condicionada por el tamaño y lo remoto de las "stations" nombre por el que se conoce a lo que aquí llamaríamos fincas o granjas. Estan en la mitad de la nada en uno de los lugares con menor densidad de población del planeta. No existe cobertura de móvil, electricidad o agua corriente. En cuanto a los suministros el lugar más cercano donde poder comprar algo está a más de 200 kilómetros con lo que organizar una partida de caza es complicado, obligándote a llevar toda la comida necesaria aparte de neveras, gasolina, repuestos etc... La verdad es que estas cosas marcan el carácter de las personas que allí vivien y les obliga a ser muy autosuficientes, siendo granjeros, veterinarios, mecánicos y hasta médicos ya que no pueden contar con ayuda exterior salvo pasados unos días.

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Foto: Nuestras glamourosas camas con mosquiteras

En nuestro caso, el agua, tanto para beber como ducharse, provenía de un pantano y gracias a una motobomba era almacenada en un depósito debajo del cuál estaba la ducha.

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Foto: Comedor y ducha

Un generador que funcionaba unas pocas horas al día nos daba la poca luz que necesitábamos y unas placas solares se ocupaban de mantener unas mini neveras portátiles donde se conservaba la comida, racionada, que teníamos.La verdad es que el alojamiento y las instalaciones son modestas, dignas, pero tal vez no para todo el mundo. Desde luego no tienen nada que ver con los lodges africanos en ningún aspecto.

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Foto: Sin llegar al campamento, tubo del radiador roto por las vibraciones, media hora para sustituirlo y listo. El terreno es accesible sólo mediante 4x4 bastante preparados y conductores experimentados.

Las distancias y extensiones allí son gigantescas, podíamos cazar en más de 1.200.000 hectáreas, repartidas en dos stations vecinas, dentro de las cuáles no existe nada salvo la casa principal. En una de ellas vive..una persona....y en la otra...ninguna.Si uno se pierde allí las posibilidades de que te encuentren son escasas.
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Foto: Mapas y GPS, herramientas fundamentales tanta para nosotros como para los guías.

Dentro no hay carreteras, pueblos o mas personas, son 1.200.000 hectáreas de terreno cazable, teniendo desde la puerta al campamento unos 70 kilómetros de caminos exclusivos para todoterrenos preparados y con muy buenos conductores. Con esto, os podéis imaginar que cazar a más de 30 kilómetros, en línea recta, del campamento, era lo habitual.

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Foto: Eucaliptos, termiteros...durante centenares o miles de kilómetros

En estos terrenos tan gigantescos encontrar caza, jabalíes principalmente, es difícil, especialmente si abunda el agua como ha sido nuestro caso ya que los animales se encuentran muy dispersos y es que dar con ellos lleva muchas horas de caminatas y largos desplazamientos en coche y quads.
Lo normal en una jornada de caza es a primera hora, sin madrugar mucho, intentar localizar algún animal cerca del agua o ya encamados en los billabongs o "creeks" (ríos y arroyos). En esto los guías son especialistas y conocen de puntos donde año tras año se matan buenos ejemplares de jabalíes ya que se encaman exactamente en el mismo agujero. También es posible encontrarlos tumbados detrás de los termiteros, en la zona de sombra, si estos se encuentran a escasos metros del agua. Cazar así los animales tiene una dificultad añadida y es que al estar tumbados el tiro resulta muy difícil con muchas posibiliades de dejar un animal herido.

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Foto: Billabong de los grandes

A mediodía se descansa un poco y a eso de las cuatro de la tarde se sale de nuevo al campo buscando los animales que se levantan de los encames y zonas de refugio para dirigirse a comer cualquier cosa que se encuentran en el campo, desde cangrejos a animales muertos y es que estos jabalíes comen ganado muerto que da gusto. Sabiendo esto, otra forma de caza habitual , es la espera o rececho cerca de esos cadáveres. Así se matan, sobre todo al amanecer, grandes jabalíes que suelen quedarse tumbados muy cerca, a pocos metros, defendiendo esa fuente de comida de otros animales.

Foto: Jabalíes tumbados en la orilla del río.





























Las salidas de la mañana solíamos hacerlas con los guías, Andy y Mick, mientras que a la tarde alguno de nosotros cazaba sin ellos. La verdad es que tuvimos total libertad para cazar en solitario todo lo que queríamos pero su ayuda fue totalmente imprescindible para encontrar caza, con ellos veíamos animales y sin ellos, recorríamos muchos kilómetros sin ver nada. El trabajo de los guías fue fantástico, sin dar una muestra de relajación o falta de profesionalidad. Menudas pateadas nos hemos metido detrás de ellos recorriendo medio Queensland con temperaturas de más de 30ºC centígrados y ellos con ese andar tan ligero, a menudo desclazos, que parece que no se cansaban. Es mentira, acababan tan reventados como nosotros...

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Foto: Walking, walking...

6 comentarios:

  1. Enorabuena por ese viaje... Tiene que ser duro, pero tambien tiene que ser una gran satisfacción cobrar un animal en ese terreno.

    Gracias por contarlo. Manuel.

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  2. menuda caseria, los felicito y espero algun dia poder cazar x esas altitudes con arco y en solitario espero aporten algun dato como para poder organizar algo asi. un saludo grande desde argentina. luciano.

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  3. me gusta,como va el tema del pago,es por pieza o una cazeria total?

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  4. Sin tasas de abate con jabalíes.Intentaremos dar algún dato, pero no es fácil resumirlo todo en un artículo

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  5. Enhorabuena a todo el grupo por el viaje.

    Un viaje de caza autentico...echo de menos alguna foto de Mario ¿prque fue no?.

    jaime

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  6. Es que las de Mario están en fase de selección por parte de él mismo. Fué, hizo todas las fotos posibles y alguna mas

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